Llegó a su ventana. Pidió verla. Ella no quizo hacerlo. Se aferró a su almohada llena de lágrimas. Contempló su foto durante horas. Lo que llenaba su vació se habia ido, en silencio, sin avisar. Nunca supo como decirlo. Ese bienestar habia desaparecido sin explicación para ella ni para él. Intentó dormir, pero él seguia rondando sus sueños ya derrumbados. El castillo se lo llevó el mar. Y como todo lo que se lleva el mar no quedó nada.
Él caminó sin entender. La noche lo acompañó hasta donde sus pies aguantaron. Agotado, desolado, se posó sobre el murallón del río. Miro la luna, consultó infinitamente "porque"?. La respuesta fue solo el ruido del agua rompiendo sobre la costa. Pensó en olvidarla, pero no pudo. Solo logró escribir este relato.
.:: Esboço ::.
Hace 13 años
1 comentario:
Nestor,
En este breve relato, lográs recapitular, de muchos, momentos pasados y futuros.
Muchas gracias por tu sensibilidad.
Monse
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